Después de la muy interesante vivencia en el Putumayo, partimos hacia Pasto en un viaje largo y extenuante pues durante toda la noche compartimos con el Taita agradeciendo su generosa hospitalidad y aprendiendo un par de cosas más relacionadas con la medicina de la ayahuasca y a las 06:30 am tomamos el bote hacia Puerto Asís y desde allí hasta Pasto en un viaje que tomó 10 horas y costó $38,000.
En Pasto tomamos otro autobus hacia Ipiales por $8,000 y 2 horas llegando a eso de las 05:00 am para luego tomar un taxi que cobra $3,000 hasta el puente de Rumichaca, frontera con Ecuador. He de anotar que las oficinas abren a las 07:00 am y se debe hacer sellar el pasaporte a la salida de Colombia y luego a la entrada del Ecuador. Para los Colombianos con solo la cédula es suficiente y se puede llenar la tarjeta Andina. El permiso para estar en Ecuador es de máximo 3 meses y renovable por otros 3 meses como máximo. Si se pasa el tiempo estipulado cobran una multa de 200 dólares.
Una vez tuvimos todo en regla tomamos otro taxí que cobra USD 0.8 hasta el terminal de Tulcán. El lugar me pareció espantoso pues llegamos y se acercaron como 5 sujetos a cogernos del brazo para llevarnos hasta su bus. Ofrecen cambio de dólares que no recomiendo hacerlo pues se corre el riego de ser tumbado como me sucedió con un tráfuga que sacó una calculadora pirata que mostraba las cifras de las multiplicaciones menores a las reales. Además todos dicen que entran al terminal de la ciudad hacia donde te diriges pero los muy bellacos nos dejaron botados a la salida de Otavalo que era nuestro destino. Adicional a ello, se suben más vendedores ambulantes que pasajeros convirtiendo el bus en una verdadera plaza de mercado... en fin, el viaje a Otavalo tomó 2 horas y media y costó USD 2.5.
Una vez tuvimos todo en regla tomamos otro taxí que cobra USD 0.8 hasta el terminal de Tulcán. El lugar me pareció espantoso pues llegamos y se acercaron como 5 sujetos a cogernos del brazo para llevarnos hasta su bus. Ofrecen cambio de dólares que no recomiendo hacerlo pues se corre el riego de ser tumbado como me sucedió con un tráfuga que sacó una calculadora pirata que mostraba las cifras de las multiplicaciones menores a las reales. Además todos dicen que entran al terminal de la ciudad hacia donde te diriges pero los muy bellacos nos dejaron botados a la salida de Otavalo que era nuestro destino. Adicional a ello, se suben más vendedores ambulantes que pasajeros convirtiendo el bus en una verdadera plaza de mercado... en fin, el viaje a Otavalo tomó 2 horas y media y costó USD 2.5.
Es también muy común ver llegar buses con extranjeros que vienen, compran, consumen y regresan quizá a Quito. El dinero se mueve y se ve en todas partes... vi muy pocos mendigos y ninguna parte de la ciudad que recorrí es fea, desordenada o peligrosa.
Encontramos un hostal a media cuadra de la plaza de los ponchos por USD 3 en habitación individual y agua caliente. Muy bien por ese precio! Los precios de la comida me parecieron similares a los de Colombia, desde 1.5 dólares en adelante. En la plaza que menciono están las famosas artesanías que además de bellas son realmente económicas... Es my divertido recorrer y antojarse de todo pues la multiplicidad de colores y diseños penetran hasta casi imnotizar. Es la cuna de los más hermosos tejidos como bien dicen los Otavaleños.
En Otavalo comencé a percibir que Ecuador está pasando por un buen momento a juzgar por lo organizado de este pueblo y la cantidad de turistas que se ven a diario ...
2 comentarios:
HOLA!!!!
ME ENCATO TU BLOG, GRACIAS POR LLEVARME A PASEAR EN TUS PALABRAS Y FOTOGRAFIAS ES UN PLACER HABERTE VISITADO SIGUE ESCRIBIENDO HE!!! BESOS
Hola Maya, gracias por tus palabras...
Jacobo.
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