Los días en la montaña fueron reconfortantes y además de las enseñanzas y el entendimiento sobre mi relación con los elementos que constituyen la vida: el agua, el fuego, el viento y la tierra; la búsqueda me dejó muy buenos amigo. Personas de confianza con los que compartí diálogos muy entretenidos respecto a la vida y la mágica forma de sentirla.
Después de esa introducción en la que se presentaron el taita Casimiro y su señora, hablando todo el tiempo en su lengua nativa, el Quichua, nos invitaron a pasar a lo que sería la sala de estar de la maloca principal para iniciar la toma de ayahuasca... y yo que lo único que buscaba era una cama cómoda para descansar, accedí ante la novedad de tomar medicina con un chamán de semejante categoría.

La ceremonia comenzó a las 08:00 pm. El taita sentado en una silla rústica, su esposa a su lado sentada en el suelo y su hijo a su derecha con una guitarra, dió inicio dando primeramente las indicaciones acordes a este tipo de rituales. Llevaba consigo un instrumento típico parecido a un birimbao que hacía sonar con la boca y otro instrumento cuyo nombre no recuerdo. Las luces apagadas y la luna nueva hicieron su contribución para que la noche se llenara de misterio, La selva comenzaba a abrir las puertas que nos permitirían acceder al mundo mágico de los mamallactas, nos preprábamos para una noche inolvidable...
DATOS PARA EL VIAJERO:
Bus Quito-Tena = 6 USD,
Tiempo de viaje= 5 horas
Archidona-Comunidad mariposas= 1 USD
Tiempo de viaje= 10 minutos
Hospedaje= Malokas de la familia Mamallacta. Aporte voluntario. Se puede cocinar allí.